domingo, 12 de octubre de 2008

TEORÍA

A propósito de la ficción, (cuento, novela) nos debemos plantear el origen del mundo creado en la realidad del escritor (hablamos del escritor, no del narrador).
¿Cómo una historia adquiere significado?
La historia nace de imágenes nacidas de la observación, también de lo que se escucha.
¿Cómo va creciendo?
Bécquer dice que hay que escribirlo evocado (del latín, llamado), la sensación, la traslación de la historia.
Tizón dice que es como el armado del alfarero, la creación literaria.
También las historias de ficción pueden nacer de imágenes recordadas o que nos cuentan, el proceso de la escritura es el ordenador de la historia.
¿De cuántas maneras podemos contar una misma historia?
De innumerables maneras, cuento, novela, obra de teatro, film.
Bernard Shaw, escritor contemporáneo en su novela Pigmalión, suspende la historia y cambia el formato por guión cinematográfico, luego realiza un ensayo de lo que los personajes podrían haber llegado a hacer.
La imagen es un punto vital, nace del autor y él la maneja.

George Bernard Shaw (1856-1950), escritor de origen irlandés, considerado el autor teatral más significativo de la literatura británica posterior a Shakespeare. Además de ser un prolífico autor teatral —escribió más de 50 obras—, fue el más incisivo crítico social desde los tiempos del también irlandés Johnathan Swift, y el mejor crítico teatral y musical de su generación. Fue asimismo uno de los más destacados autores de cartas de la literatura universal.

Utópico y visionario, hombre tímido, introspectivo y discretamente generoso, Shaw era, al mismo tiempo, la antítesis del romántico, en su papel de despiadado crítico irreverente con las instituciones. Aderezó en sus trabajos más serios con un sutil sentido del humor y consiguió convertir en interesantes obras teatrales, animadas por epigramas y diálogos vivaces, lo que en manos de otros autores hubieran sido estudios sobre los más distintos temas sociales.

Nació el 26 de julio de 1856 en Dublín. Su poco pragmático padre, un comerciante con escaso éxito económico, pertenecía a la burguesía protestante de Irlanda. El joven asistió a escuelas tanto católicas como protestantes y, comenzó a trabajar a los 16 años, por lo que hubo de completar su educación de un modo autodidacta. Cuando el matrimonio de sus padres se disolvió, su madre y sus hermanas se marcharon a vivir a Londres, donde él se les unió en 1876.

PRIMERAS OBRAS

La siguiente década de su vida estuvo marcada por una pobreza rayana en la miseria. Ni las críticas musicales (en las que utilizaba como seudónimo el apellido de un amigo suyo) ni el trabajo que consiguió en una compañía telefónica, le duraron mucho, y sólo pudo publicar dos de las cinco novelas que había escrito entre 1879 y 1883. Una de ellas, La profesión de Cashel Byron (1882), anticipa la temática de la prostitución como profesión antisocial, que constituirá el argumento central de su obra teatral de 1893 Trata de blancas. La otra, Un socialista asocial (1883), se anticipa al interés del autor por los escritos de Karl Marx, que descubriría hacia la mitad de la década de 1880, y a raíz de los cuales comenzaría, como periodista crítico, a participar en las polémicas de su tiempo sobre el socialismo. Se convirtió asimismo en un firme defensor y militante convencido del vegetarianismo, en un destacado orador y, como experimento, en autor teatral. Su papel fue determinante en la fundación y el sostenimiento de la Sociedad fabiana, grupo de socialistas de clase media que defendía la transformación de la sociedad y el gobierno ingleses mediante la asimilación, en lugar de la revolución. A través de los fundadores de la Sociedad fabiana, Sidney y Beatrice Webb, Shaw conoció a la rica irlandesa Charlotte Payne-Townshend, con la que en 1898 se casó.

El trabajo periodístico que llevó a cabo durante sus primeros años comprendía desde la crítica literaria y artística hasta brillantes colaboraciones sobre temas musicales (en las cuales defendía con pasión las obras del compositor alemán Richard Wagner), que firmó, entre 1888 y 1890, con el seudónimo de Corno di Bassetto y, más adelante, con sus propias iniciales. Más tarde, en 1895, comenzó a trabajar para la Saturday Review como crítico teatral, ocupación que mantuvo hasta 1898, y desde la cual defendió la obra del autor teatral noruego Henrik Ibsen, sobre el que ya había escrito un libro, Las quintaesencias (1891).

PRIMERAS OBRAS TEATRALES

George Bernard Shaw El escritor de origen irlandés George Bernard Shaw, autor de más de cincuenta obras teatrales, propició cambios sociales en la sociedad de su tiempo, gracias a los retratos, impregnados de un humor ácido, brillante e ingenioso, que realizó en sus obras. En esta frase de Hombre y superhombre, arremete contra las hipócritas convenciones del matrimonio. "¡La confusión entre matrimonio y moralidad ha hecho más por destruir la conciencia humana que cualquier otro error!".Rex Features, Ltd./The Society of Authors en nombre de the Bernard Shaw Estate. (p) 1992 Microsoft Corp. Reservados todos los derechos.
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La primera obra teatral de Shaw, Casa de viudas (representada en 1892), combinaba las influencias de Ibsen con una ácida burla de las convenciones del romanticismo, que aún estaban siendo explotadas en el teatro inglés. Esta obra se publicó en el volumen Teatro agradable y desagradable (1898), que reúne sus siete primeras obras para la escena, las otras eran Cándida, Fascinación, El hombre del destino, Trata de blancas y Lucha de sexos, que, o no fueron representadas en su momento, o duraron muy poco en cartel, y una de ellas; Trata de blancas fue censurada por su supuesta obscenidad. Un poco mejor fue la andadura de una de sus Tres obras para puritanos (compuesta por El discípulo del diablo, César y Cleopatra y La conversión del capitán Brassbound), publicadas en 1901. El discípulo del diablo, una mofa del melodrama sentimental que se solía representar en los Estados Unidos de la revolución contra los ingleses, obtuvo gran éxito en aquel país, debido a su ingeniosidad y a los elementos melodramáticos que el autor puso en escena para ridiculizarlos. En su siguiente obra, Hombre y superhombre (1903), transformó la leyenda de Don Juan en obra de teatro, y en una representación-dentro-de-otra. Aunque aparentemente se trataba de una comedia de costumbres sobre el dinero y el amor, su argumento le dio la oportunidad de explorar el clima intelectual del nuevo siglo, insertando los distintos puntos de vista en una serie de diálogos que tenían lugar entre los personajes. Esta era, precisamente, la base del tercer acto, titulado ‘Don Juan en los infiernos’, que, desde entonces, se ha venido representando de modo independiente del resto de la obra. Hombre y superhombre entró muy pronto a formar parte del repertorio de distintas compañías teatrales, junto con La otra isla de John Bull (1904), escrita originalmente para el Abbey Theatre de Dublín, pero rechazada por éste por su ácida sátira del carácter irlandés. Estas dos obras, frecuentemente representadas, extendieron la fama de Shaw como erudito y autor teatral.

ALTA COMEDIA

En La comandante Bárbara (1905, llevada al cine posteriormente) y El dilema del doctor (1906), el autor irlandés continuó mostrando, a través de la comedia, la complicidad de la sociedad con sus propios males y defectos. En la primera, los principios y prácticas de un fabricante de municiones se revelan como elevadamente religiosos en comparación con los del Ejército de Salvación y sus benefactores. El dilema del doctor, es una sátira despiadada acerca de las distintas profesiones y del temperamento artístico.

Con las obras que siguieron a estas —Llegando a casarse (1908), Matrimonio desigual (1910) y La primera obra de Fanny (1911)—, Shaw comenzó a acercarse a lo que podría llamarse la farsa seria, una comedia intelectual con su habitual torrente de diálogos, pero en la que introdujo elementos no realístas, que explotaría por completo más adelante. Aunque Fanny fue la que más se representó, la más duradera de las tres resultó ser Matrimonio desigual. El autor dejó entrever su lado más místico en El compromiso de Blanco Posnet (1909), que trata de la súbita conversión de un ladrón de caballos, y en Androcles y el león (1913), en la que discutió sobre la verdadera y la falsa exaltación religiosa, y utilizó elementos provenientes de los autos medievales y del mimo navideño victoriano.

Su pieza cómica Pigmalión (1913), que se presenta como una “alta comedia” divertida e ingeniosa, fue escrita como introducción didáctica a la fonética, pero en realidad trata del amor y contiene numerosos elementos de crítica social, como la explotación de un ser humano por parte de otro. La obra obtuvo un éxito inmediato y fue la base para una película y un musical que con el nombre de My fair lady se estrenó en 1955 y llevado de nuevo al cine en 1964 por George Cukor.

LOS AÑOS DE LA POSTGUERRA

Mientras Pigmalión fue una obra repleta de entusiasmo, la que le siguió era, en la misma medida, pesimista y desolada. En efecto, La casa de las penas (1919), una descarnada exposición de la ruina espiritual de la Europa de su tiempo, refleja las consecuencias que sobre el clima intelectual de Occidente tuvo la I Guerra Mundial (1914-1918). Intentando escapar del pesimismo de la postguerra, Shaw escribió cinco piezas teatrales cortas en forma de parábola, muy relacionadas entre sí, y que fueron reunidas bajo el título general de Volviendo a Matusalén (1921). En ellas, el autor pasa revista al progreso de la Humanidad, desde el Edén hasta un futuro propio de la ciencia ficción. A pesar de estar brillantemente escritas, estas piezas tienen un valor escenográfico muy desigual, y se han representado en muy pocas ocasiones.

Por su obra Santa Juana (1923), en la que convirtió a Juana de Arco en una mezcla de mística pragmática y santa hereje, el autor irlandés recibió en 1925 el Premio Nobel de Literatura.

ÚLTIMAS OBRAS

A sus 90 años, Shaw aún continuaba escribiendo. Sus últimas obras, a partir de El carro de manzanas (1929), retornaron, a medida que Europa iba zambuyéndose en una nueva crisis, al problema de cómo la Humanidad podría concederse un mejor gobierno que le permitiera desarrollar todas sus potencialidades. Estos temas ya los había tratado el autor en algunas de sus obras anteriores pero, en esta etapa, se aproxima a ellos de un modo distinto, por medio de una extravagancia tragicómica e irrealista inspirada más en las comedias griegas clásicas de Aristófanes que en Ibsen. Shaw murió el 2 de noviembre de 1950 en su casa de campo de Ayot St. Lawrence.

Hasta sus últimos días, continuó escribiendo brillantes prefacios a sus propias obras teatrales e inundando a sus editores con libros, artículos y cartas malhumoradas. Entre sus obras no teatrales destacan la novela Las aventuras de una joven negra a la búsqueda de Dios (1932) y Guía de la mujer inteligente para el conocimiento del socialismo y el capitalismo (1928), que constituyen un útil compendio de sus ideas. También han visto la luz algunas recopilaciones con cientos de sus extraordinarias cartas, como las que dirigió a las luminarias del teatro Ellen Terry y Patrick Campbell.

Aunque no creó escuela o movimiento teatral, consiguió crear un estilo de representación en el que combinaba pasión y conflictos intelectuales, logró reavivar la comedia de costumbres y experimentó con la farsa simbólica, regenerando así el teatro de su tiempo. Su amplia y crítica inteligencia, así como su afilada pluma, utilizadas para describir los temas de nuestro tiempo, ayudaron a configurar parte del pensamiento tanto de sus contemporáneos como de las generaciones posteriores.


MITO DE PIGMALIÒN


Pigmalión, en la mitología romana, escultor de Chipre. Pigmalión odiaba a las mujeres y decidió no casarse nunca. Durante muchos meses, sin embargo, se dedicó a esculpir una mujer hermosa y acabó enamorándose locamente de la estatua. Desconsolado porque la estatua se mantenía inanimada y no podía responder a sus caricias, Pigmalión le suplicó a Venus, diosa del amor, que le enviara una muchacha semejante a su estatua. La joven, a quien Pigmalión llamó Galatea, le correspondió en su amor y le dio un hijo, Pafos, de quien recibió el nombre la ciudad consagrada a Venus.

1 comentarios:

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